En nuestra ruta por Castilla llegamos a la provincia de Salamanca, concretamente al pueblo de mi madre(Jose) y en el cual me crié de pequeño, al que nos hacia muchísima ilusión volver después de unos años y encima poder presentar a la Gummivan a la familia.
Peñaranda de Bracamonte se encuentra a 900 metros de altitud en el cruce de caminos entre Ávila y Salamanca y Medina del Campo y Talavera. Sus más de 6.000 habitantes, entre ellos familiares y amigos, nos dan la bienvenida.
No dispone de área de autocaravanas ni de parking
, pero pudimos aparcar en una de sus calles sin ningún problema.
En nuestro estancia en el pueblo paseamos y visitamos:
Plaza de Agustín Martinez Soler y la iglesia de San Miguel Arcángel.
Plaza de la Constitución, el ayuntamiento de 1647 y el palacio de los Bracamonte.
La plaza España y su templete.
Ambas plazas con sus famosos soportales.
El convento de las Carmelitas
La ermita del Humilladero
La ermita de San Luis
La plaza nueva, donde disfrutábamos de los famosos pinchos 
Teatro Calderón de 1875.
La Huerta y sus jardines
Coincidió con las fiestas patronales y paseamos por la feria, donde después de un montón de años nos comimos un 
en una feria. Y bailamos hasta la madrugada con las orquestas en la Huerta.
Un acontecimiento histórico ocurrió el 09 de julio de 1939 conocido como el polvorín. Dónde en la estación de tren de Peñaranda un tren de mercancías procedente de Extremadura y con destino a Ávila cargado de amonal entraba con sus ruedas al rojo vivo y fue el detonante que hizo estallar el polvorín almacenado en las cercanías de las estación. Fallecieron unas 100 personas y hubo más 1,500 heridos, un 33% de la población.
Algo más amable, aprovechamos para acercarnos a una granja en Paradinas de San Juan. Pudimos ver la producción de la leche de primera mano.
El tostón, el hornazo, los huesillos de santos y los buñuelos de vientos, son parte de la gastronomía de Peñaranda.
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